En el artículo anterior les
comenté sobre la importancia de hacer ejercicios para mantener nuestra salud física
y mental. Pero tengamos en cuenta que esto debe ir de la mano con una alimentación sana.
Muchas de nosotras pensamos que cambiar la manera en que nos alimentamos es
algo complicado, pero en realidad no lo es. Podemos comenzar por disminuir las
grasas y los carbohidratos (harina, azúcar) y comenzar a aumentar el consumo de
frutas, granos, vegetales, verduras, frutos secos, jugos naturales y por supuesto, tomar muchísima
agua. Alimentarse sanamente no quiere
decir comer poco, eso es algo que puede traer consecuencias graves, significa, comer mejor.
Si comemos sanamente, nos
sentiremos bien por dentro y por fuera,
ya que aliviaran algunas enfermedades como por ejemplo, dolores de cabeza, gastritis y estreñimiento, tendremos más
energía, nuestra piel y cabello estarán relucientes y hasta el estado de ánimo
mejorará… En fin, es algo que nos beneficia muchísimo.
Anímate. Es fácil, ejercítate y
come sano!
Eso sí, no nos olvidemos de
darnos un gustito de vez en cuando.
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