¡Merecemos Que Nos Conquisten!

Cuando llevamos mucho tiempo esperando por el gran amor de nuestras vidas, es muy fácil creer que cada vez que aparece un buen hombre, debemos hacer hasta lo imposible para atraparlo. Comenzamos así, a darle lo mejor de nosotras, nuestro cariño, amistad, confianza, consejos, consuelo y tiempo, con la esperanza de que algún día ese hombre se vaya dar cuenta de que allí estamos, esperando a que se dé cuenta de que existimos.

Pero a lo largo de mis años, he aprendido que cuando un hombre te mira sólo como su amiga, es muy difícil que cambie de opinión y que te comience a mirar de una manera diferente. Tal vez alguna si lo ha logrado, pero no ha sido mi caso.

Entonces llega un momento en que nos cansamos, en que sentimos que ya no podemos gastar más energía en tratar de agradar a alguien y en el peor de los casos, cuando no queremos ver la realidad, seguimos amarradas a una ilusión, a un pensar “yo lo puedo logar”,”se que lo enamoraré”, lo que a la larga, nos hace mucho daño emocional.

La caída es dolorosa porque nos encontramos de repente que seguimos estando solas, que el hombre que pensamos que era el indicado, no lo era y toca volver a levantarse.

Somos mujeres muy valiosas como para andar detrás de alguien que le cuesta ver en nosotras a una gran mujer. El hombre que sea para nosotras, nos encontrará así nos escondamos debajo de una piedra. El hombre indicado aparecerá para conquistarnos con lo que más nos gusta: cariño, risas, flores, chocolates, compañía y atención, y lo que es más importante, lo hará sin necesidad de que se lo pidamos.

Así que debemos tener paciencia y esperar que ese hombre llegue porque ¡todas merecemos que nos conquisten!